jueves, 25 de abril de 2013

BRAVEHEART A LA NAVARRA. IRURTZUN, ETAPA REINA

Luchad y puede que muráis. Huid y viviréis. Un tiempo al menos. Y al morir en vuestro lecho, dentro de muchos años, ¿no estaréis dispuestos a cambiar todos los días desde hoy, por una oportunidad, solo una oportunidad de volver aquí a matar a nuestros enemigos? Pueden que nos quiten la vida, pero jamás nos quitarán ¡¡la libertad!!.

Tercera y ultima etapa. A estas alturas a uno no sabe si le duele mas la moral o las piernas. Tras firmar por los pelos, que casi me cierran el control, a la salida. Se sale rápido, al menos para mi, hoy no sale David, así que no tenemos maillot que defender. 
Voy sufriendo como un perro y encima miro a la gente y no les veo mala cara. ¿Qué pasa, que solo van mal mis piernas? Por fin en el km 15 mi cuerpo se digna a responder mis ordenes y voy mejor. ¡Ya era hora! 

Llegamos al perdón y van, creo, 5 por delante. Vamos a marcheta. Mi objetivo hoy era claro, acabar con la hegemonía de los Orquin y ganar la etapa o intentar llevarme la montaña. De perdidos al río, estaba claro que había que luchar. Queda poco para coronar, y a pesar de saber que ya no quedan puntos, me pongo en los primeros puestos para tocar las narices al líder de la montaña y ver si entra al trapo, habrá que divertirse un poco... Y así es, arranca y salgo detrás, no tengo intención de intentar remontarle pero por lo menos que haga un poco de esfuerzo. Tras coronar nos dejamos caer a eso de 95 km/h. 

Nos agrupamos y mas de lo mismo, marcheta y todos a rueda. Hay algún ataque como el de Koldo, con un par, él solo. Van pasando los km y como no hay quien arranque nos dedicamos a charlar. Nos acercamos al puerto duro del día y los nervios empiezan a aparecer. Todos queremos ir bien colocados. En la primera parte se van Carlos, Romero, Alberto, Portillo,... también lo prueba Ion. Comentan que quedan 2 km para coronar y voy a cabeza otra vez para ponerle nervioso. A poco mas de un km arranco y sale a por mi, me paro, se relaja, vuelvo a arrancar... y así durante unas 10 veces. Por fin se ve la cima. Me arranca y me saca de rueda, en principio iba a pasar del tema, pero se me cruzan los cables y vuelvo a arrancar. Pasamos la cima a la par y tumbados, ya que estaba en curva. ¡Qué manera de coronar! Cosa que vimos que no sirvió para nada ya que no quedaban puntos. 

Hemos cogido ventaja, tenemos la escapada cerca y me paro, no le quiero llevar a cabeza de carrera. Se da cuenta del tema, arranca y consigue llegar. Me mira Carlos y se piensa que he sido yo el que lo he llevado y le explico como fue. Nos alternamos en los ataques pero sale a por los dos. Nos paramos y se van Romero y Alberto Sánchez Jaspe. Gómez me mira y me comenta que se nos va la montaña,  le contesto que yo no pierdo nada ya que no soy el líder de nada. 

Nos van cogiendo metros y justo cuando nos va a cazar el pelotón me la juego, esta vez si me voy solo. Poco a poco recorto y justo les cojo a 50 metros de coronar, Alberto me dice que no me disputa, paso primero. Comienza la bajada, Romero se queda y le esperamos. Me pongo a tirar la mayor parte del tiempo, me da algún relevo Alberto y Romero sólo pregunta cuánto queda y alguna vez pasa. 

A 2 km de meta, milagrosamente, el que no puede nos arranca, yo me abro y dejo que Alberto se la juegue con el. Veo que no le caza así que arranco y le vuelvo a cojer. Le digo que coja rueda que le acerco lo que pueda. Ya con la meta al fondo le digo que pase, que he reventado. Le he dejado cerca pero va también maduro y no le coje, veo al pelotón que vienen como lobos, recortan 20 segundos en 300 metros, me pasan por todos los sitios. Lo único que puedo hacer es quedarme quieto para no tirar a nadie. Gana Romero y justo en meta le rebasan a Alberto y hace tercero, qué pena. Pero por lo menos rompimos el monopolio. 

Tras pasar meta queda lo mejor, bocatas, bebidas, fruta y sobre todo trenza y uno que es muy goloso casi pierde un dedo por no contenerse. Recibo la alegría de haber conseguido la montaña, así que en podium recibo mi maillot y leche de regalo.
Augusto hizo 3º en M-40 en la carrera




Luego vino lo curioso del día, mientras charlaba con Ion algún amigo de lo ajeno se encargó de guardarme la leche para que no se estropease. En fin, que le aproveche. Pero usando el discurso de William Wallace:
"Puede que me quiten la leche, pero jamás me quitarán ¡¡El maillot de la montaña!!".

1 comentario:

  1. Muy buena crónica y etapa, enhorabuena.

    Jesús Ángel.

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