Esta semana tocaba Torquemada, donde el cambio ha sido radical, de salir el viernes de invierno a sobrarme todo el sábado. De salida las sensaciones raras, tras un poco neutralizados a la carga. Se hace algún corte y a pesar de las malas sensaciones decido probar para ver si el cuerpo espabila y pronto me doy cuenta de lo que me espera. Me adelanta uno de los gallos y de reojo le veo que va a 160 pulsaciones, bajo la cabeza y el mio marca mas de 180. Se hace un corte pero como no hay acuerdo nos cojen. Ya en la segunda subida Pispajo arranca la moto y destroza la carrera. Yo voy pasando adelante, esquivando a la gente. Llego justo para ver como cojen unos metros en el páramo. Gracias a la rueda de Larrea llego a cabeza. Somos 6 pero no pasamos. Nos pillan. Ya en la siguiente arrancan la moto Pispajo y Portillo, a los cuales ya no les veríamos hasta meta.
El Mas Madera se pone a tirar, consiguen recortar algo hasta que los pobres revientan. yo voy con la lengua a la altura del puente de freno, a partir de ese momento ataques.
Cara a meta vuelvo a arrancar y el resultado es que entro el ultimo del grupo. Con esta papeleta mi intención era ir a Sabiñanigo el domingo, pero al verme tan mal decido quedarme en la cama hasta que la fiera me despertó y tras jugar un rato con el, a disfrutar de una fantástica mañana de sol, saliendo de corto por fin.
Para terminar comentar que el día 27 de junio a las 5 tenemos carrera en Haro, cita obligada la cual ya iré recordando en las próximas crónicas.
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